COSAS QUE ODIO DEL CINE

(Esto es original de Daniel Villalobos, editor de Bazuca, quien lo publicó en el blog "Digresiones cinéfilas", en la sección de cine de dicho sitio)

Los ringtones de celular. Todos. Con una sola excepción: el que tiene Vesper Lynd (Eva Green) en Casino Royale y que no sé de dónde lo sacó. Pero era perfecto. Los demás -dentro o fuera de la pantalla- puaj. Parecen alarmas de despertador.

La gente que le pregunta al cajero de la boletería qué tal es la película. El pobre tipo es un estudiante que trabaja free-lance por unas pocas lucas, ni siquiera puede sentarse, a veces tiene que usar sombreros ridículos, ¿y más encima debe saber qué tal es la película? ¿Y ser convincente en cinco o diez segundos? Por favor.

Los que hablan por celular durante los trailers previos a la película. Y que en el 90% de los casos siempre dicen lo mismo: "Sí, estoy en el cine. En el cine. En el Hoyts de Huérfanos. Vamos a ver Shrek 3. Shrek 3. Shrek 3. Sí, Shrek 3. No, no estaban dando esa. Oye, ¿a qué hora salís? Que-a-qué-hora-salís". Oh, Dios mío.

Los que llevan bebés a las películas infantiles. Que algo sea calificado de "infantil" no quiere decir que sea por descarte lo indicado para un niño que todavía usa pañales. Claro, para un infante que todavía no sabe leer ni decir más de cinco palabras, no hay mejor panorama que encerrarse en una sala grande y hedionda a grasa de popcorn a ver colores y a escuchar explosiones que vienen de las paredes. Desde luego, cómo no lo pensé antes.

Las copias gastadas y/o rayadas de estrenos con un año de antigüedad. ¿Tienen que ser los distribuidores tan roñosos? ¿Tengo que sentirme cada vez que me siento a ver una película europea transportado a mi época de cine universitario? Si van a mostrar copias tan mugrientas, ¿por lo menos me dejarían fumar, como lo hacía en esas salas de mi juventud?La repetición eterna-infinita de los comerciales de gaseosas. Okey, somos un público cautivo. Nadie se va a tomar la molestia de salir al hall mientras corren los comerciales si ya se instaló en su butaca. Entonces, ¿no deberían poner los publicistas un toque extra de cuidado en el material que inventan para cines? ¿Cuántas veces puede soportar un ser humano ese spot del tipo que al final quiere engrupirse a la mamá de su amigo? ¿Es posible que sólo hagan un comercial por año y que no les importe dejarlo corriendo en todas las salas de cine de lengua española a sabiendas de que vamos a odiarlo al tercer mes?

La gente que pide en cuchicheos que les expliquen lo que no entendieron. Muéranse. Compren el libro. O tomen apuntes y pregunten a la salida.

Los que se quedan parados en medio de la fila de butacas, justo frente a ti, decidiendo si ésa es la mejor ubicación antes de sentarse, habiendo entrado con la película ya en marcha. Rotos de miéchica.

Y la guinda de la torta: la pareja indecisa. Edad promedio, entre veinticinco y cuarenta años. Hacen juntos la cola. Hablan de la película que van a ver. Un paso antes de la caja -y esto siempre ocurre en domingo o sábado, con filas de veinte personas detrás-, ella dice "Oye, ¿y si vemos esta otra?". Y él, en vez de insistir con lo que claramente era una decisión mutua y previamente acordada, le contesta "Eeeh, ¿cuál?"."Esta otra, mira, la de Jim Carrey"."Pero a ti no te gusta Jim Carrey"."Pero esta me dijeron que es buena"."¿Y de qué se trata? Ah, nos toca" (avanzan)"Podríamos ver esa. Porque esta otra…""¿No te tinca?""No me tinca"."Pensé que la querías ver"."Sí, es que no me tinca"."Ya. Entonces…señor""Eso, preguntémosle a él""Oiga, ¿cómo es esta de Jim Carrey?"(veinte minutos después)"Sabís que veamos la otra, porque me confundí, yo pensé que Jim Carrey era ése"."¿Cuál?""Ese del casco"."Ah, no, puh. Ese es Adam Sandler (al cajero) ¿Tienen RedCompra?"Aaargh.

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