viernes, diciembre 07, 2007

Juan

Cuando Juan estaba sentado mirando el horizonte cercano, miles de cosas pasaban por su cabeza. Pensaba con increíble asombro como había terminado ahí, en esa situación, haciendo fuerza por cada uno de sus pensamientos sin retener ninguno de ellos. Juan siempre se consideró una persona normal y cree que toda persona normal debe pasar por lo menos una vez al día por este tormento.
Juan siempre se ha preguntado cuál es su papel en la vida, cuál es su misión, y una gran angustia se apoderó de el cuando se percató de que, en su interminable y loca carrera de mantener sus mas grandes y profundos pensamientos había olvidado su papel en esta jornada. Sencillamente no lo podía creer, lo mas importante, sino lo único importante, es tener claro su papel en estas circunstancias, y lo había olvidado.
Juan estaba cerca del llanto, tratando de callar su mente, porque su mente es inquieta y nunca lo deja en paz.
Cuando la primera lágrima calló en su desprotegida rodilla, y la repugnancia ya se hacía insoportable, al borde de causarle un desmayo.... Juan recordó que no está solo en esta vida y que hay gente que siempre se preocupará por el, y en un estallido de iluminación abrió la compuerta secreta que estaba a su lado, una ventana a la salvación, una luz en un camino oscuro y sin ventanas, y con incredulidad Juan encontró lo que estaba buscando..... un nuevo papel había sido encomendado para el. Juan, con una alegría no experimentada desde el día anterior, dejó fluir todos y cada uno de sus mas inimaginables ideas y pensamientos, fue una tormenta de voces que le hablaban desde su interior, y Juan nuevamente y para siempre....fue feliz.

Con la seguridad que le dio conocer su papel y saber el camino, Juan se dispuso a salir de esa tortura.... no sin antes por supuesto, tirar la cadena.

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